Estrategias de verano: Gestión del estrés por calor con la nutrición del rumen en primer lugar

El estrés por calor, definido por un Índice de Temperatura y Humedad (THI) > 72, es un reto al que la mayoría de los productores de leche se enfrentan cada año. Cuando las vacas intentan mantener la temperatura corporal y mantenerse frescas, el consumo de materia seca y la producción de leche suelen verse afectados. El impacto del estrés térmico es acumulativo, lo que significa que las vacas pueden recuperarse de un episodio, pero con el tiempo, los episodios repetidos requieren una recuperación más prolongada y dificultan el rendimiento y la rentabilidad. La nutrición es una herramienta valiosa para ayudar a mitigar los efectos del estrés por calor y mantener la productividad del rebaño. 

El estrés por calor es una amenaza para la salud del rumen, por lo que a menudo deprime la productividad del rebaño. A medida que la vaca se esfuerza por disipar el calor, el flujo sanguíneo se desvía del tracto digestivo y los órganos internos a la piel, para una disipación más eficaz del calor. Esto no sólo afecta a la absorción de nutrientes, sino que los desvía de funciones clave como la reproducción y la lactancia, lo que puede aumentar los días abiertos y reducir la producción de leche. Al desviar la energía de esas funciones clave, la salud y la condición corporal pueden ser más difíciles de mantener. 

Respuestas típicas al estrés térmico

Las vacas que sufren estrés por calor (THI > 72) no son capaces de movilizar tejido adiposo para satisfacer las mayores necesidades energéticas como las vacas que no sufren estrés por calor. En su lugar, la vaca sometida a estrés por calor cataboliza, o descompone, el músculo para satisfacer la mayor demanda de glucosa. La reducción resultante en la condición corporal es en realidad la pérdida de masa muscular, no una pérdida de las reservas de grasa como suele ser el caso cuando las vacas experimentan estrés o están en un balance energético negativo. 

Nutrición del rumen para combatir el estrés térmico

Adaptar su estrategia nutricional para beneficiar al microbioma del rumen equipa a las vacas para satisfacer mejor las necesidades de energía y proteína para seguir rindiendo a temperaturas más cálidas. El aumento de la concentración de nutrientes en la ración puede ayudar a compensar la disminución de la ingesta de materia seca, pero genera más calor de la digestión y aumenta el riesgo de acidosis ruminal. Como alternativa, puede centrarse en alimentar directamente a los microbios del rumen con ácidos grasos volátiles de cadena ramificada (BCVFAs), también conocidos como isoácidos. Cuando se centra la atención en alimentar primero a los microbios del rumen, al suministrar nutrientes esenciales en forma de BCVFAs, se requiere menos proteína degradable en el rumen y se mejora la digestibilidad del alimento. Estos beneficios permiten a la vaca mejorar la leche corregida energéticamente con una mayor eficiencia alimentaria. Con esta estrategia nutricional, puede asegurarse de que las vacas mantienen la productividad y requieren menos insumos, protegiendo su rentabilidad. 

Zinpro® IsoFerm® es una mezcla única de AGV de cadena ramificada que ha demostrado mejorar significativamente la función ruminal al alimentar directamente el microbioma del rumen y, en concreto, los microbios que digieren la fibra. Múltiples estudios han demostrado los beneficios positivos de suplementar las dietas del ganado lechero lactante con BCVFAs. Al mejorar el rendimiento del rumen, Zinpro IsoFerm puede ayudar a reducir los efectos negativos del estrés por calor y proteger la productividad estival. 

Tres formas en que Zinpro IsoFerm ayuda a las vacas durante el estrés por calor

Al suministrar de forma más eficaz los ácidos grasos volátiles de cadena ramificada que la vaca intenta producir de forma natural en el rumen, Zinpro IsoFerm aumenta el crecimiento microbiano y la digestibilidad de la fibra, lo que se traduce en mayores niveles de proteína metabolizable y glucosa en sangre. Estos beneficios contrarrestan los efectos negativos del estrés por calor explicados anteriormente y ayudan a las vacas a mantener la producción de leche y componentes durante los meses de verano. 

Como se mencionó anteriormente, una de las respuestas de las vacas estresadas por el calor es la descomposición del músculo para ser utilizado como energía. Zinpro IsoFerm aumenta la proteína microbiana producida en el rumen, lo que aumenta el suministro de proteína metabolizable, reduciendo así la necesidad de movilizar el músculo y satisfaciendo más eficazmente las demandas de energía. Como la vaca no necesita catabolizar el músculo, se conserva la condición corporal y está mejor posicionada para rendir durante y después de temperaturas más altas. Los beneficios de los BCVFA en el mantenimiento de la masa muscular y la condición corporal se demostraron en un estudio realizado en la Universidad de Purdue y se observaron en múltiples demostraciones de campo. 

Zinpro IsoFerm también aumenta los niveles de glucosa en sangre. Esto proporciona una fuente de energía fácilmente disponible para la producción de leche y la reproducción, a la vez que ayuda a satisfacer la mayor demanda de glucosa por parte del sistema inmunitario. Estos resultados también se observaron en el estudio de la Universidad de Purdue. 

Por último, los BCVFA contenidos en Zinpro IsoFerm han demostrado sistemáticamente, tanto en investigaciones controladas como en aplicaciones en granja, que aumentan el crecimiento microbiano y la digestibilidad de la fibra. Cuando las bacterias del rumen se suplementan con los BCVFAs específicos que necesitan, son capaces de descomponer más eficientemente la fibra dietética, lo que reduce el calor de fermentación en el rumen. Cuando se reduce el calor de fermentación, se reduce el estrés térmico general de la vaca, lo que le permite alcanzar un nivel de rendimiento superior al que se espera normalmente con temperaturas elevadas. 

La suplementación debe comenzar antes de que llegue el calor

Alimentar a las vacas con Zinpro IsoFerm antes de que llegue el estrés por calor las prepara para responder mejor al aumento de las temperaturas. Al proporcionar a las bacterias del rumen nutrientes esenciales para el crecimiento microbiano, las vacas pueden mejorar la producción y utilización de energía, evitando las pérdidas típicas de IMD, volumen de leche y componentes. Puede obtener más información sobre el modo de acción viendo esto vídeo. 

Es bien sabido que el rumen en sí es un ecosistema y debe cuidarse y gestionarse bien para maximizar el rendimiento de las vacas lecheras. Debido a que el microbioma del rumen es una mezcla de bacterias que digieren azúcar, almidón y fibra, es necesario comenzar a incorporar Zinpro IsoFerm en las dietas varias semanas antes del inicio del estrés por calor para que el rumen se adapte adecuadamente. Lo ideal es que las vacas empiecen a recibir Zinpro IsoFerm durante el periodo de transición, en el que se ha demostrado que los beneficios de la digestión de la fibra mejoran el rendimiento de la vaca fresca y preparan a los animales para una lactancia más exitosa. Alimentando a las vacas con Zinpro IsoFerm durante la transición y continuando a lo largo de la lactación, todo el rebaño estará preparado para afrontar el calor y proteger la productividad y rentabilidad del verano. 

Protege la productividad en verano con Zinpro IsoFerm 

¿Desea reducir el impacto del estrés por calor en el rendimiento y la rentabilidad de las vacas lecheras? Pregunte a su representante de Zinpro® si Zinpro IsoFerm encaja en sus dietas lecheras y puede ser una parte integral para mantener un mayor rendimiento, eficiencia y rentabilidad durante los periodos de estrés por calor. Para saber más sobre los beneficios de Zinpro IsoFerm, visite www.zinpro.com/isoferm. 

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